Hace unos días averiguaba en los sitios de noticias que leemos los geeks que America Online, el ISP con más usuarios de todo el mundo, que distribuye un navegador propio basado en Internet Explorer, iba a cambiarlo por uno basado en Gecko, el motor HTTP del navegador Mozilla.
Hoy he leido en Linux Weekly News que otro fabricante de navegadores personalizados iba a dejar de utilizar Internet Explorer como base y empezar a usar Gecko; esto sería muy fácil por un motivo al que no se le dio apenas publicidad: programar para Gecko es exactamente igual que programar para Explorer. Es decir: para pasar a Gecko le basta con tomar el código fuente de sus navegadores personalizados, y donde pone IE poner Mozilla, y ya está. Si será así, que hasta en la web de Mozilla se le indica a los que quieran hacer hacer navegadores basados en Gecko y necesiten información, que la obtengan en la web de Internet Explorer.
Por si alguien lo dudaba, éstas son dos noticias doblemente estupendas. Por un lado, son noticias estupendas para los usuarios de Linux, que al fin tenemos un navegador de calidad suprema (como las mantecadas de Astorga, salvando las diferencias) que además tiene buena pinta, se puede usar en muchos otros sistemas operativos y está en varios idiomas (entre ellos el gallego, que para eso lo traduzco yo, leñe :-)).
Por el otro lado son noticias estupendas para los usuarios de todos los navegadores; que así “de repente” aparezca un navegador tan bueno haciéndole la competencia a Internet Explorer significa que éste tendrá que mejorar para no perder “cuota de mercado”; al final, incluso los acérrimos defensores de Internet Explorer saldrán beneficiados gracias a Mozilla. Y si Opera aguanta el tirón, también sus usuarios se verán favorecidos (ya puestos a favorecer gente…).