A eso de las 7:30 de la mañana me desperté con un ruido semejante al de una racha fuerte de viento. Sólo que el viento no suele mover la casa, así que sólo podía ser un terremoto. Esperé a que terminase de vibrar mi colchón (el terremoto fue muy breve; sólo duró unos segundos) y volví a dormirme después de pensar en que por la mañana habría en la tele unas cuantas imágenes de casas agrietadas en Lugo.
Sin embargo, por una vez el terremoto no fue entre Triacastela y Becerreá, como hace 9 años, sino que fue en el mar, enfrente de Malpica. Tuvo una magnitud de 5 (supongo que sería en la escala Richter) y resultó en este bonito dibujo que se podía ver en mi mapa de sismos.
Lo que aparece abajo a la derecha es A Coruña. Yo no estaba ahí, sino en mi aldea, a algo más de 120 km del epicentro.
No hace falta que envíen equipos de rescate ni ayuda internacional, gracias.