Una isla volcánica tiene muchas ventajas para el científico malvado emprendedor:
- Los terrenos cercanos al volcán son baratos, los terrenos sobre el volcán son aún más baratos, y los terrenos dentro del volcán están tirados de precio.
- Si la isla está lo suficientemente lejos de tierra firme, se puede utilizar como base de lanzamiento de cohetes o misiles intercontinentales sin poner en peligro o causar molestias a ninguna población cercana.
- Gracias a una gran cantidad de energía geotérmica, puedes tener calefacción en invierno y mantener encendida una gran cantidad de máquinas sin gastarte un solo euro y sin emitir nada de CO2 a la atmósfera. ¡Es energía verde!
- Si alguna vez necesitas enviar una cabeza nuclear o un pulso láser al núcleo de la Tierra, el fácil acceso a una cámara magmática permite taladrar mucho más rápido.
- Si tienes inclinaciones artísticas, el volcán es una gran roca en la que puedes tallar tu cara, una calavera con ojos que brillan, o lo que quieras.
Por supuesto, también tiene sus desventajas:
- Debido a la distancia, tendrás que enviar cualquier material que necesites por helicóptero, avión o barco, y esto puede ser bastante caro.
- Esto también significa que tendrás que proporcionar transporte, alojamiento, comida y entretenimiento a todos tus esbirros.
- Para terminar, ten en cuenta que, aunque toda la isla sea tuya, también pertenece a un país, así que tendrás que cumplir con los correspondientes Estatuto del Trabajador y Convenio Colectivo. Muchos lo olvidan, y luego tienen muchos problemas y tienen que pagar millonadas en indemnizaciones cuando un agente secreto llega y destruye el laboratorio y cientos de esbirros mueren.
Jacobo Tarrío no es un científico malvado, pero se pasa demasiado tiempo pensando en cómo apoderarse de una isla, declarar la independencia, y luego gobernarla con puño de hierro.