He aquí mi última creación poética. Espero que la disfrutéis y os inspire.
Cierta señora de mucho postín
al perro un paseo salió a dar.
No “Toby” ni “Lassie” ni “Rintintín”,
el nombre “Mistetas” era el del can.Justo delante de un escaparate
la correa dio un fuerte tirón,
la mano cedió (¡qué gran disparate!),
y el perro Mistetas se las piró.Ella corría, gritando su nombre
bien fuerte y alto. Llamaba “¡Mistetas!”
cuando pasaba delante de un hombre
o al cruzarse con un grupo de atletas.Viendo un agente de la autoridad,
a él la dama ayuda pidió:
“le ruego me diga por caridad
si usted Mistetas alguna vez vio”.El policía pensando quedó
mirando fijo su collar de perlas,
y en pocos segundos le respondió:
“pues no, pero me gustaría verlas”.