Iba a escribir algo sobre lo duro que debe de ser escribir todos los días una columna en un periódico; tener que pensar sobre qué se habla, y luego escribirlo y enviarlo antes del cierre de la edición, sin perder ni un solo día… y cuando entré en el sistema de administración de este weblog mío, el Mozilla me preguntó la mot de passe d’un utilisateur, en vez de la contraseña de un usuario.
No puedo decir que no me quedé sorprendido; al fin y al cabo, mi ordenador me suele hablar en inglés, castellano o gallego, pero es poco frecuente que diga algo en francés; salvo cuando voy a una web en francés, claro. O cuando por la tele sale el anuncio ese de Je t’aime moi non plus. ¿Qué habrá pasado? ¿Habrá venido un espectro francófono que me ha cambiado el Mozilla?
Afortunadamente, esto tiene una explicación completamente lógica y racional; soy el matado que se dedica a traducir las sucesivas versiones de Mozilla (0.9.7, 0.9.8, etc) al gallego. La 0.9.8 tiene un fallo, y para probar si las traducciones de otros idiomas tienen ese fallo, instalé ayer la traducción francesa… y después no me acordé de desinstalarla.
Ya ves, una explicación que de tan racional que es, resulta aburrida. Suerte que entiendo algo de francés; llego a instalar la versión alemana…