El 10 de octubre les hablé sobre el telégrafo Baudot. Hoy mismo puso un comentario un telegrafista de verdad :) confirmándome que, por lo menos, algo de verdad había en lo que yo sabía sobre el tema.
Había prometido escribir otro día una historia sobre cómo con cinco teclas, con las que, como mucho, se pueden obtener 32 combinaciones, se pueden enviar letras, números, signos de puntuación, etc. Ésta es la historia.
El telégrafo Baudot, igual que cualquier sistema de transmisión, permite enviar “códigos”; cada uno de los elementos que se desea poder transmitir por el telégrafo tiene un código asignado: la A tiene un código determinado, la Z tiene otro, el número 3 tiene otro, etc. Cuando el cliente llega con el mensaje a transmitir, el operador transforma cada uno de los caracteres del telegrama en su correspondiente código, y pulsa las teclas necesarias; en la estación de destino, la impresora recibe el código, determina el carácter correspondiente a este código y lo imprime.
Parece lógico pensar que, por cada carácter distinto que se desee poder transmitir, exista un código distinto. Sin embargo, el teclado Baudot tiene sólo cinco teclas, que permiten 32 combinaciones distintas; en cambio, en el alfabeto español hay 27 letras, si no se cuentan los dígrafos; también existen diez guarismos distintos para representar números en base diez, y muchísimos signos de puntuación (coma, punto, punto y coma, paréntesis, signos de interrogación, exclamación, etc). Esto suma mucho más que 32; por tanto, esta aproximación no es válida.
El alfabeto Baudot es mucho más maquiavélico que esto. En lugar de tener una tabla en la que se corresponde cada carácter con una combinación de teclas tiene dos tablas. En una aparecen los signos alfabéticos y ciertos signos de puntuación importantes; en la otra aparecen los signos numéricos y el resto de signos de puntuación. Además, en cada tabla hay dos códigos reservados, que sirven para señalizar el cambio de una tabla a la otra. De este modo, la cantidad de caracteres codificables asciende a 60. Por supuesto, no todos son distintos (el espacio y el retorno de carro existen en ambas tablas) ni todos son caracteres imprimibles, pero oigan…
Y, por fin, un secreto: ¡el alfabeto Baudot no lo inventó Baudot! Sí, Baudot inventó un alfabeto de cinco elementos, pero el utilizado en la actualidad y que se llama alfabeto Baudot no fue inventado por él. Qué cosas…