Hay muchas cosas raras en los EE.UU.. Y se lo digo yo, que no vivo allí. Por ejemplo, hay una cosa a la que llaman telemarketers; son gente a la que pagan por llamar por teléfono a la gente y ofrecerles diversos productos. O sea, está el americano medio en su casa unifamiliar en la urbanización (suburb, le dicen ellos, que son unos raros) cenando con su familia, suena el teléfono, y:
— ¿Si? ¿Dígame?
— Buenos días, caballero. Ahora que se acerca el invierno…
— ¿Que se acerca el invierno, dice? Oiga, que faltan nueve días para la
primavera.
— … seguro que le interesa conocer los revestimientos de aluminio para fachadas
que puede encontrar en…
— No, señorita, no me…
— … en Hal’s Hardware. Además, si solicita ahora un presupuesto, la mano de
obra se la regalaremos, y…
— > CLICK <
Por supuesto, si me llamaran, yo tendría una ventaja. Pondría mi peor acento español, y:
— Can I offer you our aluminum sidings…
— CAN YU ESPIC MOR ESLOULI PLIS, MAI INGLIS IS SOU BAD SORRI
— > CLICK <
— Bitch.
Claro, lo de “bitch” no lo diría, porque soy muy educado. Y porque el “click” podría ser falso, que allí son muy aguilillas: primero aparecieron los telemarketers, luego las telefónicas empezaron a venderles a sus clientes la identificación de llamada; después, los telemarketers empezaron a ocultar su número, y luego las telefónicas empezaron a vender un cacharrito que rechazaba automáticamente las llamadas no identificadas.
Después, las telefónicas le vendieron a los telemarketers un cacharro para que en la identificación de llamada salga un número falso, y a sus clientes les vendieron un aparatejo llamado telezapper, que sirve para que los ordenadores de los telemarketers piensen que acaban de llamar a un número desconectado. Y ahora, los telemarketers están comprando máquinas que se saltan el telezapper.
Una escalada armamentística en toda regla, y alentada por las compañías telefónicas. Y es que, allí las compañías telefónicas están haciendo el tremendo negocio: la identificación de llamada la cobran; también cobran las llamadas recibidas en los móviles, también cobran los SMS recibidos… Lo único que se les coló, hace décadas, es que las llamadas locales son gratis, pero no crean que no están intentando que eso se termine…
Pero bueno, estos son otros asuntos, y de ellos hablaré otro día… o no.