Me doy cuenta de que ya ha pasado mucho tiempo desde que nos encontramos, pero quiero asegurarme de que aquella experiencia que compartimos hace tanto tiempo haya servido para que los dos aprendamos algo.
Así que lo voy a explicar paso a paso, y, para facilitar el aprendizaje, incluiré dibujos.
De esta manera estaba yo, en la calle, dentro de mi coche, esperando a que alguien saliera y dejara una plaza libre. Para aparcar en su sitio, me puse detrás y encendí los intermitentes.
Entonces tú apareciste, y quisiste aprovecharte de la situación. Te pusiste delante de la plaza que iba a ser vaciada y también encendiste tus intermitentes.
Ni que decir tiene que esto no me sentó muy bien.
Pero no contabas con que ibas a estorbar la salida del coche que iba a salir. A su conductor no le sentó muy bien.
En segundo lugar, tampoco contaste con que yo iba a entrar en la plaza detrás del coche que salía.
Supongo que tampoco te sentó muy bien.
Espero que hayas aprendido la lección, y que te haya gustado. Yo, desde luego, disfruté como un enano.