He aquí las últimas novedades sobre mi intento de votar en las próximas elecciones generales.
Como ya habéis podido leer, a finales de agosto descubrí que mi inscripción en el CERA no se había actualizado cuando fui a registrar mis mudanzas, así que aún tenía mi primera dirección en Dublín. Me puse en contacto con el consulado para enviarles los datos actualizados, pero éstos entraron en el censo de octubre, mientras que para las elecciones se usa el de julio, así que hace un par de semanas tuve que ir a San Francisco a hacer la reclamación al censo electoral.
El siguiente paso es enviar un impreso a la delegación provincial de A Coruña de la oficina del censo electoral. Este impreso, en teoría, me lo mandan a casa y luego tengo que enviarlo de vuelta firmado y acompañado de una fotocopia del DNI, para lo cual tengo el 22 de octubre de plazo. Ayer me llegó una carta de la oficina del censo electoral, así que fui a la oficina de correos a recogerla. Sin embargo, no era el impreso de marras, sino una confirmación de que habían estimado mi reclamación (aunque copiaron incorrectamente el número del apartamento – menos mal que parece que el cartero se sabe mi nombre y ha dejado el aviso en mi buzón).
Como ya me conozco el percal y ya sé que este impreso no llegará hasta después del plazo (si es que llega), lo he descargado y cumplimentado yo mismo y lo he enviado directamente por fax a la susodicha oficina del censo electoral (en la web del proceso electoral dice que se admite el envío por fax).
Ahora, en teoría, me deberían enviar las papeletas y toda la documentación para que yo pueda ejercer mi derecho al voto. Espero que no ocurra como en las últimas elecciones gallegas, que las papeletas no llegaron hasta que ya era demasiado tarde para ello (me parece percibir un patrón). Ya os contaré qué ocurre.