Todos, o casi todos, conocemos aquellos sistemas de listas negras con direcciones de relays abiertos; es decir, de ordenadores utilizados por los spammers para enviar su mierda, sin el conocimiento de sus propietarios. Estas listas negras trajeron una gran controversia, por el oscurantismo con el que trabajaban, y los (a veces) extraños criterios que seguían para añadir un relay, o para quitarlo después.
Ahora hay uno nuevo, DSBL, entre cuyos valores está la transparencia: los criterios para entrar en la lista están claros (haber enviado un mensaje especial a una dirección de correo determinada; esto se consigue mediante las técnicas empleadas por los spammers), salir de ella es fácil (el administrador lo solicita, los de DSBL le mandan un e-mail de confirmación, y listo) y además, la dirección de correo de administración es una lista de correo con archivos públicos.
Estos últimos hacen lectura muy entretenida :-)