¿Se cree usted que es un usuario anónimo de Internet? Pues sepa que tras su nick se esconden varias páginas web y archivos de listas de correo, que muestran sus intereses; una dirección de e-mail, y, posiblemente, su nombre real, dirección y teléfono. Todo, a través del oráculo, sistemas como whois, Google Groups…
Fíjense a qué extremo llega la cosa, que muchas empresas informáticas, antes de contratar a alguien, en lugar de ponerle un detective hacen un par de búsquedas en Google. Si no aparece nada, malo, por cierto.