Nota: Escribí esta historia cerca del año 2000, cuando dos circunstancias coincidieron en el tiempo. Por un lado, las cartas cadena del estilo “envía cinco dólares y recibirás cincuenta” hacían furor. Por el otro, en aquel entonces, yo estaba bastante metido en el asunto Tolkien. Inevitablemente, me pregunté qué pondría en esas cartas cadena si fuesen Hobbits los que las enviaban.
Yo al principio no me creía que este sistema funcionara, siempre que recibía mensajes de este tipo los borraba sin leerlos, no como el hijo de la señora Ciñatiesa, que es un pobre ingenuo, siempre lo están engañando; un día le vendieron unas alubias resecas por doce centavos de oro. ¡Imagínese qué disgusto se llevaría la pobrecita de su madre!
Bueno, como iba diciendo, nunca los leía, pero un día decidí probar uno de ellos, que parecía algo distinto. Seguí sus instrucciones, y envié un pastelillo de semillas a cada una de las personas cuya dirección aparecía en el fondo del mensaje, luego hice 20 copias de la carta, poniendo mi dirección, y esperé.
Grande fue mi sorpresa cuando, un día, el cartero me trajo tres paquetes que contenían pastelillos de semillas. A la semana siguiente, no sin menos sorpresa, recibí 38 pastelillos de semillas. La siguiente, 192 estaban esperándome en Delagua (ya que el cartero no podía traerme todos los paquetes, o al menos eso decía, claro; estos Melonera nunca han sido adictos al trabajo, si Vd. me entiende), y desde entonces, este número no ha hecho más que aumentar. Ahora mi mujer y mis hijos se dedican a abrir sobres mientras yo me hincho a pastelillos de semillas.
Al principio estaba preocupado por la legalidad de esto; sin embargo, en la oficina de correos de Delagua me tranquilizaron, y me aseguraron que ¡todo es completamente legal, siempre y cuando, si el envío pasa de 1000 pastelillos, les deje un 10% en Delagua como compensación!.
El funcionamiento es muy sencillo: pida a su esposa que le prepare diez pastelillos de semillas, o, si no tiene esposa, pídaselo a su madre, o a su vecina, pero no a la señora Rosa Cavada, que el año pasado obsequió con unos pastelillos a su jardinero, y tuvo que ir su familia a buscarlo en una carreta, porque el pobre se había puesto tan enfermo que no tenía fuerzas ni para ponerse de pie. Cuando tenga los pastelillos, envíe uno a cada una de las direcciones que aparece en el pie de esta carta, con un papel que ponga “esto es por la cadena de los pastelillos”. De esta forma, estará creando un servicio, y ¡todo será legal!
Luego tome pluma y papel, y haga tantas copias como desee de esta carta, asegurándose de que en las direcciones que aparecen en el pie de esta carta pone su nombre y dirección de primera, y que quita la última; deben quedar diez direcciones, no sé si me entiende. Luego envíelas a tanta gente como pueda, y siéntese a esperar a que comiencen a llegar pastelillos.
Si todavía no se cree que esto funcione, escuche. Imagine que envía esta carta a 200 personas, y que sólo 5 le envían un pastelillo la primera semana. Entonces, ¡ya habrá recibido 5 pastelillos! Estas 5 personas envían la carta a 200 personas cada una, y 5 personas deciden probar este sistema. Entonces recibirá 25 pastelillos, 5 por cada persona de las que han contestado al principio. Según esto continúa, recibirá 125 pastelillos, 625 pastelillos, 3125 pastelillos, 15625 pastelillos, y más.
¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿COMPENSA O NO COMPENSA????????????????
Aquí están las direcciones de gente que ha recibido esta carta, y ha decidido recibir muchos pastelillos de semillas. Envíe uno a cada uno, y luego cuando haga las copias de esta carta, póngase de primero y elimine al último de la lista. No “haga trampas”, ¡o esto irá contra usted!