Hoy unas amables chicas montadas en un autobús de dos pisos verde descapotable (!) con una cancha de fútbol en el segundo piso (!!) me han ofrecido, gratis, un refresco, en el campus de la universidad. Promoción de un nuevo refresco; de guaraná, o algo así. Caballeroso que soy, acepté el regalo ;-)
Buerrgh.
Realmente, no sé para qué quieren apartarse de los clásicos sabores “naranja”, “limón” y “cola”; si ni siquiera todas las marcas logran hacerlos todos bien (algunos refrescos de cola son intragables), creo que todavía tienen mucho que estudiar antes de intentar hacer un refresco de guaraná; ¡y sobre todo, con burbujitas!
(El autor todavía recuerda con escalofríos aquel chicle con sabor ¡a natillas! que le había ofrecido su hermano (el del autor) hace ya unos cuantos años.)